CONCLUSION
Podemos decir
que la revolución industrial de los siglos XVIII y XIX y el resultante auge del
comercio internacional dieron pie a la adopción de una serie de tratados
internacionales relativos al transporte marítimo y la seguridad. Y a finales
del siglo XIX se había propuesto la creación de un órgano marítimo
internacional permanente que se encargase de esas medidas y otras que pudieran
adoptarse en el futuro.
La OMI
recibió el mandato de garantizar la actualización de la mayoría de esos
convenios.
Hoy en día la
Organización marítima internacional (OMI) tiene la importante tarea de regular
las acciones correspondientes al transporte marítimo llámense bienes
comerciales o personas; vela por la seguridad marítima de estos y se ocupa
también de la contaminación por basura en los océanos.
Por tener
carácter internacional el uso del recurso marino debe coordinarse por medio de
esta organización para no acabar con este medio tan necesario desde todos los
puntos de vista político, de seguridad, económico y hasta natural.
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